Si eres fumador o fumadora de marihuana, te habrás dado cuenta de que en función del tipo de hierba que sea tu cuerpo reacciona de forma diferente. Es más, ¿quién no ha estado en la cama incapaz de conciliar el sueño debido a los efectos? ¿o a quién no le ha pasado que tenía planes y después de fumar no le apetece otra cosa que no sea sofá y manta? Si alguna vez te has visto en estas y te interesa saber el por qué, en este post te contamos lo que tienes que saber acerca del cannabis y la razón de que te siente de forma tan distinta.
Índice
¿Qué sabemos sobre la marihuana? Introducción
La marihuana, cáñamo o cannabis es un género de plantas de la familia de las cannabáceas que, al menos tradicionalmente, se ha dicho que consta de tres especies: cannabis sativa, cannabis indica y cannabis ruderalis. Esto no se tiene tan claro que sea exactamente así, pero se hablará en el próximo apartado.
Lo que si nos ocupa ahora es que son unas plantas con una apariencia muy característica que produce unos cogollos o flores de tamaño variable que son ricos en sustancias con efectos muy distintos como pueden ser cannabinoides, terpenos o flavonoides. No todas estas sustancias son psicoactivas y se indicarán sus principales propiedades en el apartado de sustancias y efectos.
De todas formas, los usos que se le han dado a esta planta no es solo su consumo (ya sea ingerido, inhalado etc.) y viene muy de largo. Las evidencias de su uso inhalado más antiguas son de aproximadamente el tercer milenio antes de Cristo, es decir, hace más de 5000 años. Pero es que su uso como fibra o tejido puede remontarse incluso al 8000 a.C.
En definitiva, hablamos de una planta con la que llevamos relacionándonos muchísimo tiempo, que se ha extendido por el mundo entero y hemos modificado, variado y mezclado sus características. Así que vamos a empezar por la siguiente pregunta: ¿Cuántas especies de cannabis hay?
¿Qué no sabemos de la marihuana? Tipos y especies
Pues precisamente lo que no tenemos tan claro del cannabis es cuantas especies lo componen, si es que no es una especie en si misma. Dado el tiempo que llevamos conociendo y usando la planta podría extrañarnos, pero como todo en esta vida, tiene una explicación.
La descripción del género Cannabis así como de la especie cannabis sativa se la debemos de agradecer al naturalista sueco del siglo XVIII Carlos Linneo, mientras que la descripción de la especie Cannabis Indica se la debemos al científico francés del siglo XVIII-XIX Jean -Baptiste Lamarck. La tercera especie (o subespecie) se debe al ruso del siglo XIX – XX Dmitri Yanishevski. ¿Y por que es relevante nombrar a estos señores y sus épocas? Porque por entonces la clasificación de los seres vivos se realizaba en función básicamente de las características morfológicas, es decir, de la forma y características físicas de la planta (o ser vivo). Desde la revolución genética a mediados del siglo XX hasta nuestros días, tenemos herramientas mucho más sofisticadas que nos permiten ver realmente el parentesco de las distintas especies y ha dado lugar a cambios en sus taxonomías.
En este análisis de distintos estudios sobre la clasificación taxonómica del género Cannabis se explican todas las hipótesis, desde la clásica con sus tres especies ya mencionadas (el esquema B) hasta las más modernas. La opción A es la hipótesis de que existe solo una especie, el Cannabis sativa, con tres subespecies. Pero la conclusión del artículo es que la evidencia actual apunta a C, es decir, que solo hay una especie de Cannabis, el Cannabis sativa, y luego tiene una enorme variación de su fenotipo.
Recordemos que el fenotipo es la expresión de los genes, es decir, si tienes genes que propician que tengas los ojos azules, el fenotipo de esos genes es que de facto tengas los ojos azules. Esto explica la enorme variabilidad tanto en apariencia como en composición de los distintos tipos de marihuanas. Para entendernos, podemos compararlo con el caso de los perros (Canis familiaris). Todos los perros son de la misma especie, aunque haya variaciones enormes entre unos tipos u otros (los hay de 1 kg y de 50kg, por ejemplo).
Para enmarañar un poco más el asunto, hay un uso distinto y ambiguo de las clasificaciones en función de si se habla desde una perspectiva científica, de consumidor o de productor. Independientemente de a que especie, subespecie o tipo pertenezca, se ha hablado de Cannabis indica cuando la composición de la planta induce efectos más narcóticos, mientras que se reservaba tradicionalmente la clasificación de sativa cuando su composición era más alta en sustancias psicoactivas como puede ser el THC. De hecho, una vez comentadas las ambigüedades y problemas de la clasificación, esta es la acepción de sativa e índica que se va a seguir en el resto de post.
Un poco de practicidad: qué importa de mis flores o semillas
Desde el punto de vista científico ya hemos visto como esta el asunto. Pero, ¿cómo se relaciona esto con una semilla o un cogollo que pueda tener? Pues a efectos prácticos más bien poco. Dado el tiempo que llevamos modificando la genética de la planta (por medios tradicionales y modernos), todo producto que llegue a tus manos va a ser un híbrido. Es muy común, por ejemplo, los híbridos entre Cannabis ruderalis, que es muy resistente a condiciones adversas, pero baja en concentración de THC, y otras variedades con mayores concentraciones. Al final, a nuestro juicio, lo que más hay que tener en cuenta son los siguientes factores.
Características de la semilla
Seguramente hayas oído hablar de variedades con nombres propios como AK-47 o Purple Haze. Esto son híbridos seleccionados con unas características determinadas sobre en qué condiciones deben de ser plantadas, sabor del producto, cantidad de sustancias que va a contener la planta, velocidad de crecimiento o de floración, cantidad de producto que va a producir, aspecto de la planta y de los cogollos etc. Por tanto las características de la semilla escogida son muy relevantes a la hora de qué producto vamos a obtener.
Forma de cultivo
La forma en que se cultive va a afectar directamente a la planta independientemente de la semilla que se escoja. Si las condiciones no son óptimas para esta, por mucha predisposición que tenga la semilla para producir cogollos con una alta concentración de THC, por ejemplo, no se va a obtener el rendimiento esperado. Grosso modo se puede decir que existen las siguientes variaciones en la forma de cultivar estas semillas.
Sustrato
El sustrato es fundamental para el desarrollo de la planta por razones evidentes. Hay composiciones de sustratos más adecuadas que otras. Es más, ¡hay cultivos sin sustratos! Es el caso de los cultivos hidropónicos (el medio para las raíces es agua) e incluso aeropónicos (como en la imagen), donde las raíces quedan en el aire y se pulveriza sobre ellas agua y los nutrientes necesarios.
Lugar de cultivo
Esta variable respecto al cultivo da lugar a tres tipos básicos.
- Exterior es la forma tradicional de cultivo, donde la planta se ve sometida a las estaciones propias de la zona donde se esté y a los ciclos del día y la noche clásicos.
- En invernadero, donde se puede crear artificialmente climas impropios de la estación donde se esté para inducir ciclos más cortos y por tanto más productivos de floración.
- Cultivos de interior o indoor, en los que habitualmente se instalan focos que simulen la luminiscencia del sol. En estos casos se puede ajustar las horas de luz y las condiciones para tener una cosecha más rápida y productiva.
Si bien el modo tradicional es el escogido por buena parte del público, normalmente se espera mayor rendimiento y concentración de sustancias cuanto más escogido y controlado sea el ambiente de cultivo, como es el caso de las plantaciones de interior.
Concentración de sustancias
En función de los factores anteriores, se obtendrá un producto con determinadas sustancias y en determinadas concentraciones. Esto va a determinar cosas tan importantes como que efectos va a tener su consumo o el sabor. Si quieres saber más sobre este tema, ¡sigue leyendo!
Sustancias y efectos, todo un viaje
Desde el punto de vista del consumidor, este es el apartado más relevante, pues la composición del producto que se tenga será el responsable de los efectos que produzca. Además, debes tener en cuenta que entre muchas de estas sustancias se produce efecto séquito, es decir, los efectos de una sustancia se pueden ver potenciados por la presencia de otras sustancias en el producto que se consuma. Se van a tratar los tres grandes grupos de sustancias a las que se suelen hacer referencia cuando se habla de cannabis.
Cannabinoides
Son compuestos orgánicos que se caracterizan por unirse a los receptores cannabinoides del sistema nervioso humano produciendo distintos efectos. El más conocido es el THC, que tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos pero que también es psicoactivo, siendo el principal responsable de la alteración mental o “viaje” que se experimenta cuando se consume cannabis con presencia de esta sustancia. Es el compuesto que motiva el uso de estas sustancias de forma recreativa (puede producir hilaridad o favorecer determinadas experiencias interesantes, por ejemplo) pero también hay que ser cautos en sus usos y contraindicaciones. Aquí tienes un enlace a un articulo del NIH (National Institute on Drug Abuse) que habla sobre sus efectos a corto y largo plazo entre otras muchas cosas.
Pero no es el THC el único cannabinoide presente en la planta. Hay otros muchos, no psicoactivos, como puede ser el CBD, el CBN o el CBG, que tienen propiedades muy interesantes. Por ejemplo, tienen efecto analgésico, relajante, sedante, son antiinflamatorios etc. Ya hemos tratado en otros artículos su posible uso para paliar síntomas de enfermedades como las cefaleas (producidas o no por migraña).
Flavonoides
Los flavonoides son otro tipo de sustancias sintetizadas de forma natural por algunas plantas que, al menos en modelos in vitro, ha han demostrado tener propiedades muy beneficiosas como son la antioxidante, la antiinflamatorias o la antialérgica. Son una gama razonablemente amplia de sustancias (¡ojo! no psicoactivas) de las que puedes leer más en este post publicado por la fundación CANNA, que es una organización sin animo de lucro que investiga y divulga sobre el uso de cannabis y de sustancias relacionadas con el mismo.
Terpenos
Los terpenos son compuestos orgánicos volátiles que, al igual que los anteriores grupos, tienen grandes propiedades terapéuticas. Además, son los principales responsables del sabor y olor del producto que se esté consumiendo. Los más comunes en el cannabis son los siguientes:
- Mirceno: muy presente en el tomillo silvestre, tiene propiedades antiinflamatorias.
- Pineno: esta en el pino y otras coníferas y tiene propiedades antibióticas.
- Limoneno: muy usado en la industria cosmética como fragancia, proporciona un aroma cítrico.
- Linalol: presente en la lavanda, tiene, entre otros, efectos ansiolíticos.
- Eucaliptol: no es necesario especificar en que árbol se encuentra.
- Cariofileno: presente en la pimienta, tiene funciones biológicas antifúngicas y diversas propiedades beneficiosas.
En cualquier caso, si estas interesada o interesado en leer más sobre este tipo de sustancias aquí tienes otro artículo que habla largo y tendido al respecto.
¿Y las plantas de CBD?
Ya hemos visto que aunque las variedades silvestres de cannabis eran fundamentalmente 3 y que tenian concentraciones distintas de compuestos, las semillas y plantas actuales son hibridaciones y mezclas con unas y otras propiedades. Las flores y productos de CBD no psicoactivas proceden de plantas escogidas que no sintetizan sustancias como el THC pero que constan del resto de cannabinoides, terpenos y flavonoides.
Por ejemplo, la variedad Bubba Kush, presuntamente hibridada en torno a la década de los 90, proviene de cruces de distintos cannabis índicos, y destaca por tener efectos más sedantes y duraderos, un sabor característico y una presencia de THC baja respecto a otros cruces modernos. Pues aquí puedes encontrar la misma variedad de Bubba Kush pero de un cruce que no produce THC, restando sus efectos psicoactivos. Existen procesos similares con otras variedades muy famosas de cannabis como Purple Haze o Skywalker.